jueves, 9 de julio de 2009

Amor Platónico

Quien no ha tenido alguna vez un amor platónico, esa idealización del hombre perfecto, al cual no le encontramos ningún defecto, sólo son elogios para él , es el príncipe azul salido de alguna película de disney y que seguramente tendrá final feliz .Pero al idealizarlo tanto, sabemos que jamás pasará algo , es una locura, que a veces pensamos que es imposible, pero siempre estamos ahí bien arregladas lista para encontrarnos con él, que a lo más sera un segundo que lo veremos y si te mira te pones roja como tomate que es lo peor jajaja, creo que en estos casos tenemos bastante imaginación, poco más que nos vemos con él viajando por europa y de luna de miel en venezia, pero suena encantador de todos modos, es una locura Sí, pero la imaginación da para mucho, te alegra la vida un poco si estas atariada con mil trabajo y vez derrepente a tu amor platónico te revolucionas entera.
Pero tambien siempre cabe la posibilidad de conocer a tu amor platónico, porque no, hay que arriesgarse en esta vida y jugársela por las cosas que queremos. Como sabes si es el amor de tu vida, y esta ahí y tú sin hacer nada.

El amor platónico es el topus uranus mismo, es la perfección. Aquí es cuando me acuerdo de lo que leí de Platón, éste sostenía que el verdadero amor es el amor a la sabiduría, es decir, al conocimiento.Como consecuencia, el amor platónico es, no el amor al ideal de una persona; sino el amor a conocer a una persona y a la sabiduría de esa misma. De esta manera existen algunas personas enamoradas de actores de cine, cantantes, e incluso de modelos que aparece en los comercial de televisión y porque no decir futbolistas también, total no estan nada de mal.

Pensamiento nocturno


A medida que pasa el tiempo, más me doy cuenta, de que somos nosotras las mujeres las culpables de nuestros problemas e infelicidad en la relacion de pareja. Porque pareciera que estamos hechas para luchar contra la corriente, para empeñarnos en seguir viviendo y reviviendo las cosas que nos torturan. Cosas que se traducen en un especimen masculino que nos hace vivir los peores momentos y situaciones, pero sin embargo al cual amamos con locura.
El ejemplo mas tipico del comportamiento de la mujer promedio, es el de la protagonista de la serie Sex and the city, Carrie Bradshaw. Quien se pasa todos los capitulos de la serie saliendo, conociendo tipos, e incluso forma relaciones (algunas bastante duraderas), pero sin embargo la misma cantidad de capitulos se la pasa llorando, sufriendo, emocionándose y amando al peor de todos.

Lo más ridículo de todo, es que a pesar de que me he dado cuenta de que soy yo la tipa sicótica con comportamiento del tipo masoquista, sigo enredada en ese círculo vicioso, y lo que es peor, estoy segura de que esa será la tónica de mi vida...

Quizás sea el gusto por las emociones, el peligro, la cuerda floja y todas esas sensaciones adrenalínicas a las que somos adictos los seres humanos...

Entonces ya sé cómo elegir al hombre con quien compartir mi vida... probablemente sea el que más me empeñe en cambiar, al que más critique, el que ante los demás paresca más imperfecto...

Él será el indicado.

jueves, 2 de julio de 2009

Las mujeres que aman demasiado

Entre tanto buscar que libro leer estos días, me encontre con este y me parecio sumamente interesante, les dejo un poco del prólogo a ver si se animan, o si ya alguna lo ha leido.

Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado.

Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas íntimas son acerca de él, de sus problemas, sus ideas, sus sentimientos, y cuando casi todas nuestras frases comienzan con “el”...estamos amando demasiado.

Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta, estamos amando demasiado.

Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que lo ayudaran a él, estamos amando demasiado.

Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas, pero las soportamos en la idea de que, si tan solo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, el querría cambiar por nosotras, estamos amando demasiado.

Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional, e incluso, quizá, nuestra salud e integridad física, sin duda estamos amando demasiado.

A pesar de todo el dolor y la insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común para muchas mujeres que casi creemos que así deben ser las relaciones de pareja. La mayoría de nosotras hemos amado demasiado aunque sea una vez, y para muchas de nosotras ha sido un tema recurrente en nuestra vida. Algunas nos hemos obsesionado tanto con nuestra pareja y nuestra relación que apenas podemos funcionar como personas.


El libro es "Las mujeres que aman demasiado" de Robin Norwood.